Como podéis ver, la gente se entusiasmó un poco demasiado con la idea, hasta el punto de lanzarse a los brazos de Demi como si fuera el hijo que vuelve a casa por Navidad con el turrón debajo del brazo. Pero menos mal que estaban los gorilones que la acompañan siempre para quitar a las que se toman demasiadas confianzas y sacarla del berenjenal en el que se metió por tener buen corazón. Eso sí, en cuanto se solucionó el asunto, volvió al escenario como una campeona y terminó el concierto. Veréis como no se le vuelve a ocurrir…
lunes, 30 de abril de 2012
Como podéis ver, la gente se entusiasmó un poco demasiado con la idea, hasta el punto de lanzarse a los brazos de Demi como si fuera el hijo que vuelve a casa por Navidad con el turrón debajo del brazo. Pero menos mal que estaban los gorilones que la acompañan siempre para quitar a las que se toman demasiadas confianzas y sacarla del berenjenal en el que se metió por tener buen corazón. Eso sí, en cuanto se solucionó el asunto, volvió al escenario como una campeona y terminó el concierto. Veréis como no se le vuelve a ocurrir…
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